Si bien reconocen que hay una emergencia económica, consideran que no se ha extendido al ámbito laboral.
La Cámara Marplatense de Empresas Comerciales y de Servicios (Cameco) señaló su preocupación por la presentación de distintos proyectos de ley donde se plantea la implantación de la “emergencia laboral” en todo el país. Al respecto, y en concordancia por lo planteado por la Cámara Argentina de Comercio (CAC), entidad de la cual Cameco forma parte, el presidente Juan Antonio Gutiérrez manifestó que desde ésta entidad “se admite que hay una emergencia económica, pero la misma no se ha extendido al ámbito laboral”.
En este sentido, y en virtud de los proyectos de ley presentados en la cámara de diputados sobre emergencia laboral, Cameco considera que resultan, al menos, “inoportunos y faltos de fundamentos, ya que, si bien existe una emergencia económica, en modo alguno se ha extendido al ámbito laboral de manera que justifique modificar los institutos existentes, sin lesionar la situación social del país”.
En los fundamentos de algunos de los proyectos se citan sólo ciertos sectores del ámbito de trabajo que se encontrarían en dificultades. Desde la entidad local se manifiesta que “si bien es de gran importancia para la actividad económica, en conjunto no comportan una generalidad que como tal ponga al sector laboral en estado de emergencia ocupacional, además de no presentar signos de profundización de una crisis, sino más bien expectativas hacia la recuperación, tal el caso del Plan de Obras Públicas de la provincia de Buenos Aires anunciado recientemente. Asimismo, se pretende fundar una emergencia ocupacional en los despidos del sector público cuando éstos han respondido a una situación meramente coyuntural”.
“Inoportunas medidas”
Por otro lado, desde Cameco advierten que “si bien los problemas económicos generalmente se proyectan con consecuencias negativas en materia de empleo, no serán precisamente las inoportunas medidas de prohibición de despidos, contenidas en alguna iniciativa legislativa, las que contribuirán a solucionar las dificultades, sino que, por el contrario, agravarán las mismas”.
Al mismo tiempo, consideraron que “aun cuando se reactive firmemente la economía, en virtud del ingreso de un flujo de inversiones, si existe una prohibición para el empleador de despedir difícilmente lo alentará a incorporar personal incluso cuando por las razones antes mencionadas se torne necesario hacerlo” y agregaron que “se debe sumar que los índices de litigiosidad y conflictividad seguramente se elevarán sensiblemente generando así una situación peor que aquella que se quiere evitar”.
Por todas las consideraciones expuestas, Cameco adhiere a la posición asumida por la CAC en nombre del sector empleador que representa, siendo el más numeroso del país, y considera inconveniente el avance de proyectos de ley sobre dicha materia.